El concejal del barrio
Óscar Fernández empezó a interesarse por la política trabajando en grupos sociales dentro de su barrio, San Francisco, hasta que, en una época complicada, decidió afiliarse al Partido Popular con la intención de trabajar desde una perspectiva social los problemas de los bilbaínos, poniendo especial énfasis en la gente de los barrios.
Cuéntanos cómo empiezas a interesarte por la política.
Voy a cumplir 25 años de militancia en el PP y siempre he entendido que la política es un compromiso, una cuestión vocacional. Entré por unos principios ideológicos programáticos, y también en un contexto muy duro con una falta de libertades con ETA, y eso también fue un revulsivo más para dar el paso. Pero lo que siempre me ha motivado es ese gusanillo y esa inquietud por la política, porque considero que es el mejor instrumento para poder transformar la realidad social de nuestro entorno y poder mejorarla, más allá de ideologías y partidos. Por eso me gusta la política municipal, esa que está pegada a la calle… yo soy de San Francisco, un barrio con muchas inquietudes sociales, y ese contexto donde naces y creces marca la trayectoria vital de cualquier ser humano. A mí me sirvió para tomar conciencia de determinadas realidades que surgen en el barrio, donde empecé a dar mis primeros pasos en el año 94-95, cuando entré en la mesa para la rehabilitación de Zabala, San Francisco y Bilbao la Vieja, con la intención de aportar mi granito de arena para solucionar el problema de marginalidad social y seguridad que todavía persiste. Ahí estuve trabajando temas de vivienda y de seguridad con un compromiso ideológico, porque yo me defino como una persona de derechas con conciencia social, con una visión humanista y cristiana y eso es lo que me animó a empezar en política y afiliarme en el partido.
¿Y en qué momento decides dedicarte a esto de manera profesional?
Yo estuve unos años como militante de base y, pasados unos años, hacia 1999 – 2000, consideraron que podía ser buen consejero de distrito en Ibaiondo y Casco Viejo, posteriormente trabajo en Viviendas Municipales y Surbisa y entro como concejal en el Ayuntamiento en 2010. Siempre he estado echando una mano en todo lo que tiene que ver con lo social, porque la política que me llena y que me realiza es esta política “de bajura”, la que está pegada a la calle; la inmediatez de las acciones se ve al momento y resolver los pequeños problemas te da una satisfacción increíble. También es un tipo de política que supone mayor exposición pública y es cierto que el ayuntamiento desgasta porque requiere de un gran compromiso y, a veces, hay cierto nivel de frustración porque no puedes solucionar todas las cosas que quisieras, ya que muchas no están en tu mano, y cuando solucionas pequeñas cosas, ves que tu trabajo sirve para algo y te compensa. Pero lo que no se nos puede olvidar es que somos servidores públicos y estamos para servir a los ciudadanos y a la sociedad… hoy estamos aquí y mañana no, y lo importante es el grado de transformación que consigues en esa sociedad en el tiempo que estás ahí.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como político?
Lo que más me llena es el contacto con las personas y que te denominen “concejal de barrio”, algo que me parece muy bonito, porque es una señal de que la gente cuenta contigo y eres importante para ellos. Yo llevo desde el 2006 en Viviendas Municipales, gestionando un pilar básico del desarrollo vital de cualquier persona como es la vivienda, imprescindible para desarrollar nuestra vida con nuestra familia porque, en estos momentos, perder la vivienda es la causa principal de exclusión social. Creo que en Viviendas Municipales se ha hecho una gran labor, igual que en Surbisa, que también tiene una misión social importantísima.
Como bien dices, tu contacto con los ciudadanos es constante; ¿entiendes el desencanto de la gente ante todo lo que se ve en los medios de comunicación a diario?
Sí, por supuesto. Lo entiendo perfectamente, la gente te habla de ello y sí que se nota que hay un cuestionamiento general de los políticos y un hartazgo en la ciudadanía que es peligroso. En mi opinión, es necesaria la regeneración de los políticos y establecer las medidas correctoras para que el que quiera servirse de la política lo tenga difícil y que el que meta la mano sea apartado. Al final, la gente es muy sensata a la hora de pedir, y las quejas o críticas suelen ser muy razonables y, si señalan un problema, es porque ese problema existe y no se lo están inventando; por eso debemos estar atentos a esas señales y algo estamos haciendo mal si no somos capaces de dar respuesta a ese malestar de la ciudadanía.
Al final, aparte de político, yo también soy ciudadano y veo cosas que me cabrean mucho, sobre todo cuando has estado tantos años sacrificándote. Mientras otros estaban con las manos en los sobres o cobrando comisiones, aquí nuestras manos estaban tendidas a la ciudadanía o en la nuca para que no nos pegaran un tiro. Yo he vivido años muy complicados y habrían sido peores si no hubiera sido por el cariño y el respeto de mi gente e incluso de personas de otras ideologías, pero yo tenía claro que a mí nadie me iba a echar de mi barrio y de mi tierra que es Bilbao, Euskadi y, para mí, España. Así que, hay cosas nauseabundas y que me asquean, pero cuando todo eso está dentro de tu propio partido duele muchísimo y cabrea todavía más. También te sientes instrumentalizado porque, mientras nosotros estábamos hipotecando nuestra libertad y nuestro futuro y enterrando compañeros por una causa mayor, otros se estaban aprovechando de los que estábamos ganando una legitimidad para unas siglas.
¿Cuál es la máxima prioridad de tu grupo para lo que queda de legislatura?
Para nuestro grupo, la prioridad máxima siempre es el desarrollo de Bilbao, y eso pasa por disminuir las cuotas de paro y potenciar el desarrollo comercial; todo esto es imposible sin seguridad, algo que ha sido un eje principal que hemos estado desarrollando. Si una señora no puede salir de casa o una chica tiene miedo de andar por la calle por miedo a ser agredida, no hay libertad ni vivimos en una sociedad que merezca la pena. En este aspecto, los últimos datos son evidentes y no nos lo inventamos, los números demuestran que algo no se está haciendo bien en ese sentido cuando la inseguridad sigue creciendo. Seguridad, Comercio, empleo y una proyección a futuro de Bilbao, sin olvidarnos que el desarrollo debe ser equilibrado entre el centro y los barrios; no puede ser que haya un Bilbao de dos velocidades, porque esos desequilibrios, al final, los pagamos todos.
¿Crees, por lo tanto, que existe una brecha entre los barrios y el centro de Bilbao?
Sí, existe. Cuando un vecino no puede salir de casa… claro que hay un desequilibrio, o cuando los vecinos de San Francisco y Zabala tenemos unas cuotas de paro que triplican las del resto de la ciudad y tenemos problemas de marginalidad y delincuencia… por supuesto que hay un agravio comparativo. Hay barrios que están envejecidos y no se desarrollan las mismas políticas en unos sitios que en otros. Podría poner muchos ejemplos que demuestran que es necesario un desarrollo equilibrado de Bilbao sin que los barrios pierdan su idiosincrasia, que creo que es lo que hace rico y plural a Bilbao, ya que cada uno aporta algo distinto y bueno a Bilbao y eso es lo que nos hace diferentes y mejores.
Para terminar, ¿qué crees que diferencia a nuestros barrios del resto?
Conozco muy bien Otxarkoaga porque tengo familia y he pasado mucho tiempo y he jugado mucho allí, tiene ese hándicap del envejecimiento, pero tiene ese concepto de “pueblito”, dicho en el buen sentido, en el que todos se conocen y hay una red social que se preocupa por la gente; Txurdinaga tiene otra tipología de barrio que también tiene sus ventajas, y Santutxu es un barrio muy cómodo para vivir porque puedes hacer vida sin salir de allí para nada, con una hostelería muy buena, un comercio muy completo y, además, a pesar de ser el barrio más populoso de Bilbao, conserva esa conciencia de “barrio”. Y de Bolueta, aparte de destacar la promoción de viviendas que se están haciendo, igual sería necesaria una mayor conexión con el resto de la ciudad.
TEST
Película: “La vida es bella”, sobre todo el trasfondo humano que tiene dentro del horror, y “El abuelo”, porque me gusta mucho como está ambientada una historia maravillosa y que me enternece mucho.
Actor: Fernando Fernán Gómez siempre me ha parecido un actor genial .
Actriz: Me parece una grandísima actriz Concha Velasco, que en teatro siempre está genial y además tiene una gran relación con Bilbao.
Escritor: Me gusta mucho todo lo que tiene que ver con novela histórica. También siempre me ha gustado mucho Antonio gala y también suelo leer cosas de filosofía como “Temor y temblor” del padre del existencialismo, Sören Kierkegaard.
Libro: “Donde el corazón te lleve”, de Susanna Tamaro, que me parece una autora maravillosa.
Grupo musical: Eso es muy difícil porque me gustan muchos tipos de música, desde la música clásica hasta el bolero, la copla, el rock… Elvis Presley o Frank Sinatra me parecían maravillosos, Julio Iglesias siempre me ha parecido una gran voz y Raphael un gran artista… un poco de todo.
Político: Pues te voy a decir varios: uno antiguo como Winston Churchill que, contra viento y marea, y después de avisar sobre los peligros del nazismo, gracias a su tesón y a lo que encarna los valores de la política del sacrificio, consiguió dar la vuelta a la tortilla y unir a un pueblo frente a una amenaza mayor; de los nuevos, yo he sido muy de Basagoiti, con quien empecé en política, pero también me quedo con Pablo Casado, que encarna muy bien los valores históricos del PP con una imagen moderna y que creo que lo va a hacer muy bien… y por supuesto con Luis Eguiluz, nuestro actual portavoz.
Personaje histórico: Uff, también es complicado, pero te voy a decir los reyes católicos, porque me parece que representaron el culmen de la unificación territorial nacional de España y esa gran empresa tan importante, con sus luces y sus sombras, que fue la gran empresa americana, que creó esos lazos que nos unen a los países de Iberoamérica.
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