Txuma Pérez y Edu Pascual. Twobaskos
Libertad creativa con estilo propio
Cuando uno de Otxarkoaga y otro de Begoña se juntan nada puede salir mal. Eso es lo que sucedió con el dúo creativo formado por Edu Pascual y Txuma Pérez cuando, hace seis años, decidieron poner en marcha el proyecto TwoBaskos que, partiendo de la premisa de la libertad creativa absoluta, ha dado una vuelta de tuerca más al concepto del vídeo musical: sonidos acústicos, prioridad al grupo local, zooms imposibles, encuadres perfectos, siempre aprovechando las localizaciones que ofrece Bilbao… eso y mucho más son las sesiones de Twobaskos.
¿Cómo y cuándo comienza la historia de TwoBaskos?
Txuma: Nosotros nos conocimos cuando coincidimos en un curso de fotografía que llevo dando desde 1999 en el centro cívico de Otxarkoaga, y al que Edu vino un año como alumno. A partir de ahí, se creó un grupo después del curso y Edu y yo seguíamos en contacto porque coincidíamos en conciertos y vimos que teníamos gustos parecidos, hasta que hace unos seis años me llamó para presentarme un proyecto de vídeos en acústico, que es lo que acabó siendo TwoBaskos.
Edu: El proyecto primigenio sí que era mío, pero luego fuimos dándole forma entre los dos, porque empezamos a quedar para ver vídeos y pensar cosas para sacar adelante este proyecto…
Un proyecto que ha tenido una repercusión muy importante…
E: Sí, la verdad es que lo que empezó como un hobby ha acabado convirtiéndose en algo más. Nosotros habíamos pasado muchas horas con la fotografía, y cuando Txuma se compró una cámara que tenía un modo de video que ya emulaba a las cámaras con formato de cine, a mí me dio envidia y me compré la misma (risas) y así empezamos las primeras grabaciones. Lo que hacemos no deja de ser fotografía y los que ven los videos dicen que se nota de dónde venimos, sobre todo por el tema de los encuadres, aunque yo no lo noto tanto…
T: Lo bueno de TwoBaskos es que, a medida que hemos ido haciendo videos, hemos ido puliendo nuestro estilo y aprendiendo, haciendo cosas con las que nos divertimos… al final nos gusta mucho improvisar porque nos aburren mucho los planos fijos.
Hablando de eso, está claro que tenéis un estilo propio inconfundible y que es el sello de vuestros trabajos…
E: Yo creo que eso es por una razón: a pesar de que hemos hecho muchos cursos, la primera vez que cogimos una cámara de vídeo no teníamos ni idea… de fotografía mucho, pero de video lo único que teníamos era que éramos unos frikis del cine. Ha sido un aprendizaje constante, no somos nada ortodoxos a la hora de grabar ni a la hora de editar y eso se nota. Pero ese estilo propio nació por inconsciencia, porque íbamos viendo lo que nos iba gustando y lo que no.
T: Yo sí que había hecho algún corto y alguna cosa de cine en la universidad pero, era otro concepto diferente… en contraposición a todo eso, yo con Edu he aprendido mucho a dejarme llevar por la música, a transmitir en imágenes lo que estoy escuchando y, sobre todo, a improvisar, porque muchas veces no tenemos ni idea ni de dónde vamos a grabar, no hay nada planificado.
E: Eso es, yo creo que la “profesionalidad” la damos en la edición, porque en la grabación todo es una locura.
¿Colaboran mucho los artistas en la creación del vídeo?
E: Depende del grupo, hay bandas que se involucran al 100%, sobre todo los que son más colegas, y otras que se conforman con lo que les proponemos, que suelen ser los que vienen de paso porque no conocen esto. Nosotros disfrutamos mucho pasando la mañana con esos grupos de aquí con los que nos llevamos muy bien, porque ya hay confianza con ellos.
¿Sois muy perfeccionistas a la hora de trabajar?
E: Yo soy más “viva la virgen” y Txuma sí es más perfeccionista a la hora de los detalles…
T: Sí, pero ya me he relajado un poco ¿eh? (risas). Cuando hago curros de foto sí que me gusta tenerlo todo muy controlado, pero aquí hay veces que el control está reñido con la creatividad, y por eso me he relajado y veo que hay movimientos que no son muy ortodoxos para el cine pero que aquí encajan, o esos zooms que hace Edu… al final creo que otra de las cosas buenas que tenemos es que nos complementamos muy bien.
Sé que esta es complicada, pero ¿de qué trabajo os sentís más orgullosos?
T: Todos, hasta los que tienen fallos, son muy especiales. A cada trabajo le tienes cariño por un motivo: por el momento que viviste, porque te encanta la canción… Por ejemplo, el de Antonio Arias, uno de mis artistas preferidos, fue una locura porque llegaba tarde, tuvimos que ir a Gasteiz con los instrumentos prestados… pero luego llega él, toca la canción y se te olvida todo y lo recuerdo con cariño por lo complicado que fue.
E: También son muy especiales todas las bandas locales como, por ejemplo, cuando pudimos dar unas vueltas por Bilbao en el “Azulito” con Santiago Delgado… aquello fue muy bonito. Lo bueno es que, como solo grabamos a grupos que nos gustan a nosotros, casi siempre acabamos contentos del resultado.
T: Sí, esa es una de las condiciones que nos pusimos cuando empezamos; al final llevamos seis años en esto por la pasión y porque nos retroalimentamos uno al otro con las ganas de hacer cosas y con ideas nuevas, y gracias a eso seguimos adelante.
E: La música y las sesiones no son lo que nos da de comer porque las hacemos gratis, pero sí es cierto que, a través de esas sesiones, nos han ido saliendo otros curros y así vamos tirando…
T: La gente nos pregunta por qué no cobramos a los grupos y, por una parte, pensamos que estos grupos locales no manejan demasiado dinero, y por otra, esto nos sirve para mantener el nivel de creatividad y la libertad creativa sin que nadie nos exija nada. Por eso, también hacemos sólo grupos que nos gustan, porque sería absurdo hacer gratis algo que no te gusta.
Hablando de los grupos locales y del buen momento que estamos viviendo en Bizkaia, parece que esto no tiene fin ¿no?
T: Sí, como te comentaba antes, desde el principio vimos que teníamos muchas cosas en común porque coincidíamos en conciertos y conocíamos un montón de bandas, pero sí que es cierto que, desde entonces, no han parado de salir grupos buenos
E: En ese sentido, partíamos con la ventaja de que yo había tocado en varias bandas y conocía un montón de grupos por aquí y, de hecho, uno de los primeros a los que dijimos fue a Longboards, con los que había compartido local de ensayo y tenía mucha confianza. Así que por eso empezamos con grupos locales… y lo que nos queda todavía.
¿Habéis pensado en hacer otro tipo de videoclips en el futuro?
T: Ya nos lo han ofrecido, pero los videoclips al uso requieren mayor planificación de luz, vestuario, localizaciones…y hay que tener mucho tiempo para hacerlo. Además, yo en las sesiones sigo disfrutando muchísimo después de seis años.
E: Aparte de que, por el formato, lo que hacemos es más cinematográfico que televisivo, creo nuestros videos se asemejan al documental, que es el género que más nos gusta y por eso queremos pensar que nuestros videos son como “mini documentales”, más que videos hechos ad hoc para una banda y en los que se precisa una mayor planificación. Sí que hemos hecho cosas planificadas, pero lo que más nos gusta es esto.
T: El documental es más libre porque, al final, la realidad está ahí y tú lo grabas; también cuentas una historia dependiendo de cómo lo montes, pero no dependes ni de iluminación, ni de maquillaje… lo que hay es lo que hay.
E: Lo que más nos gusta son las cosas las cosas espontáneas, por supuesto que también nos gusta aplicar la técnica cuando es necesario pero, si vemos algo que hay que grabar, lo hacemos como sea porque muchas veces, si pierdes tiempo en colocar el equipo, ese instante se pierde y por eso siempre llevamos la cámara encima y lo grabamos absolutamente todo…sobre todo Txuma.
T: En estos años he aprendido, sobre todo para las intros, que hay que grabar todo porque, en todo eso que grabas “de más” pueden suceder momentos mágicos, e incluso muchas veces también sabes dónde colocarte para que sucedan esas cosas.
Otra de las características de vuestras sesiones es que casi parece una guía turística de Bilbao y alrededores, ya que se nota que dais mucha importancia a las localizaciones…
E: Bilbao es un escenario de la hostia. Nosotros nunca hemos pedido ninguna subvención pero si lo hiciéramos, fijo que nos la darían; para nosotros es súper importante el tema de las localizaciones y lo bueno que tiene Bilbao es que hay de todo: monte, zonas industriales, zonas verdes…
T: También tenemos ganas de movernos un poco por los barrios, pero es que no tenemos tiempo…de todas formas, tenemos un montón de localizaciones apuntadas que irán saliendo.
http://twobaskos.com/
Comments: no replies