Un recorrido por nuestra historia reciente
De la mano de la editorial de Santutxu Agalir, Sol Antolín ha publicado recientemente una interesantísima novela en la que se narra la historia de una persona que se ve obligada a emigrar al País Vasco y de cómo se enfrenta a esta nueva situación. En el libro se hace un recorrido por la historia reciente de nuestra sociedad y se abordan diferentes temas como la libertad o la violencia machista.
¿Cuándo empiezas a escribir?
Desde los 17 ó 18 años recuerdo tener mi primera libreta en la que iba escribiendo cosas, recogía todo lo que oía, lo que veía, lo que me parecía extraño o lo que me llamaba la atención en cualquier sitio. Yo creo que, desde esos años, he escrito todos los días algo, pero eso no quiere decir que todo eso luego haya sido tan procesado. Tengo muchos relatos, otra novela y he participado en alguna antología.
¿Lo ves como una necesidad lo de escribir todos los días?
Sí, es algo casi terapéutico porque necesito contar lo que veo o lo que siento, necesito contar y reflexionar y al revés… no sólo es lo que vas a contar sino que, mientras lo cuentas, eso te va llevando a otras reflexiones y a pensar en muchas cosas.
… Casi siempre son reflexiones sobre cosas reales ¿no?
Hasta ahora sí, aunque ya he empezado una serie de relatos fantásticos con hadas y personajes mitológicos. De todas formas, hasta ahora lo que he escrito es ficción pero basado en personajes reales porque, cuando escribes, lo que haces es recoger la realidad.
¿Cómo surge la idea de “Entremeses para la infancia”?
Ha sido muy complicado y en la historia hay mucho de mucha gente porque las personas que aparecen han existido. Yo, como hija de personas que emigraron, siempre he tenido la curiosidad de saber cómo se enfrenta a eso una persona que tiene que dejar su casa por pura necesidad. Por eso, llevo dando vueltas al tema de la inmigración unos 20 años, pero no encontraba la manera de llevarlo a cabo. Yo soy de Cruces y conozco un montón de gente que ha venido de fuera a vivir aquí y veía diferentes formas de enfrentarse a eso, ya que cada persona lo hacía de una manera diferente; Estaban los que se adaptaban e intentaban conocer el lugar al que llegaban, que es lo que más se acerca a la protagonista y luego estaban los que seguían mirando hacia lo que dejaban; por otra parte, también había de todo entre los que recibían a esos inmigrantes y, aparte de eso, también estaba la visión que tenían los que se habían quedado en el pueblo. Toda esa mezcla de sentimientos entre unos y otros es lo que quería transmitir, pero no encontraba el tono ni quien lo contara. Hasta que un día vi que no lo podía contar algún académico o alguien que lo vea desde un punto de vista hasta que, por fin, encontré esa amalgama de la protagonista porque, además, yo creo que la historia la hacen los ciudadanos y ciudadanas. En la historia, la política y la sociedad hay como dos niveles: los que lo cuentan y los que lo vivimos como ciudadanos de a pie. Ese era el tema principal, aunque luego haya otros.
Precisamente, otro de los temas de la novela es la violencia machista vista desde el punto de vista de diferentes épocas…
Es cierto que una de cada tres mujeres sufre en su vida algún tipo de agresión y, hablando de eso, quiero dejar clara una cosa: no toda la desigualdad es violencia, pero sí que toda violencia es desigualdad y eso tenía que verse en la novela. Ella, en principio, vive las dos cosas y va haciendo una reflexión, porque la sociedad y el patriarcado nos dicen como ser mujeres pero el personaje empieza a preguntarse muchas cosas y, a lo largo de la novela, va viendo cosas que no le cuadran con lo que le habían contado.
En el libro aparecen un montón de datos históricos, ¿ha sido muy complicado el trabajo de documentación?
La verdad es que ha sido muy duro y, cuando lo releo o cuando lo corregía me decía a mí misma “Madre mía, todo lo que me he documentado para dos líneas que aparecen de cada cosa” (risas). Todo lo que aparece lo he contrastado en diferentes medios, desde artículos de periódicos y archivos hasta documentación universitaria… me ha gustado y he disfrutado muchísimo con esto.
La novela también sirve para conocer y mostrar el pasado y el origen de muchas cosas y lugares…
Sí, todo eso, como te digo, está muy documentado, pero lo que quería era mostrar lo que realmente ha ido pasando: cómo llegaban, a que se enfrentaban… para todo eso también he visto muchos videos de personas que lo vivieron. Es un libro que se lee rápido pero hay que releerlo porque hay mucha información necesaria para contextualizar la vida de la protagonista, hablando de como los cambios políticos pueden influir en nuestras vidas. En ese sentido, a mí me preocupa que la gente se queje de la democracia y de las elecciones porque lo único que nos da libertad es poder votar a quien queramos; quería que la protagonista lo dejara claro para decirle al lector que las decisiones políticas son importantes, tanto como la responsabilidad que tenemos todos como ciudadanos. Me gustaría recalcar también que el personaje es muy abierto y que le gusta aprender y ver cosas y destaca en la novela el concepto de la libertad que los seres humanos tienen que tener para decidir sobre sus vidas y ahí todavía tenemos mucho trabajo quehacer.
Hablamos de un tipo de inmigración diferente a la que ahora vemos todos los días en los informativos pero aún así, ¿te preocupa esa tendencia cada vez más presente en los partidos que están apareciendo con una ideología contraria a los inmigrantes?
Sí, todo eso es lamentable; estos días estoy dándole vueltas y me preocupa que, a nivel europeo, se esté volviendo a una tendencia hacia partidos de ultraderecha porque no ha pasado tanto tiempo desde que terminó la Segunda guerra mundial y hay que reflexionar sobre por qué está sucediendo todo esto. Parece que habíamos conseguido un montón de cosas, pero movimientos migratorios ha habido siempre y no entiendo por qué nos cuesta tanto al ser humano aceptar a otro ser humano, da igual de dónde venga y está claro que nadie saldría de su casa si no fuera necesario. Pero yo lo que quería era contar aquella inmigración porque el País Vasco se ha conformado con casi un 50% de gente de fuera. También se le da mucha importancia a la identidad y creo que se dan planteamientos muy importantes para hablar entre adultos y con gente joven.
El libro ha sido editado por Agalir, ¿cómo conoces a la gente de la editorial?
La verdad es que les conozco gracias a mi marido que había entrado en contacto con ellos a través de Facebook. Un día me los presentó y, posteriormente cuando mi marido les habló de que estaba escribiendo una novela, les interesó y me la publicaron, por lo que estoy muy agradecida.
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