Música y literatura como terapia
Auritz es un grupo de música formado por “veteranos” de la escena bizkaina forjados en bandas como Idi Bihotz, OST o Zenttric y que, llevados por la necesidad de tocar y volver a disfrutar con la música, han puesto en marcha este nuevo proyecto. “Laino eder hori” es el título del libro-disco que publicarán este mes y que tiene como objetivo el de visibilizar el problema del autismo, contando el caso real de Ugaitz, un niño de Santutxu al que, a los siete años, diagnostican TEA (Trastorno del Espectro Autista). A través de las conversaciones con su madre, Monika Nadal, la historia va tomando forma, añadiendo casos similares de otras personas. En cuanto al trabajo audiovisual, el disco y los videoclips han corrido a cargo de TAOM. Este ambicioso proyecto será presentado en la Azzoka de Durango.
Una curiosidad para comenzar: ¿Qué surge antes? ¿Auritz o “Laino eder hori”?
Pues la verdad es que va todo junto. Cuando nos propusimos volver a la música después de Jare, la idea era hacer lo que nos gustaba, porque aquel último proyecto había sido una cosa algo artificial. Tras este parón, decidimos volver a juntarnos para hacer lo que nos salía de dentro y junto a Gorka, primero contactamos con el resto de Jare pero no podían en ese momento. Así que llamamos a Kapi, Jorge e Ibon y les expliqué el proyecto. La idea era no hacer un grupo de música al uso, sino hacer un grupo que sirviera para algo, o que nos sirviera para algo a nosotros, desde el punto de vista de hacer cosas que nos animen a seguir con la banda; al final, todos tenemos trabajos, familias… hace falta una motivación extra, aparte de la de ir a ensayar porque, después de más de 600 conciertos, ya sabemos lo que es esto y la llama no es igual.
¿Y por qué os decidisteis por tratar el tema del autismo?
Como te contaba, íbamos buscando un aliciente añadido al aliciente musical, así que, como tanto Gorka como yo trabajamos en Apnabi, la asociación de autismo de Bizkaia, se nos ocurrió juntar nuestras dos pasiones: trabajo y música. Así que decidimos reunirnos con Monika, la madre de Ugaitz, un crío con autismo para que nos contara su historia. A partir de ahí surgió todo, ya que “Laino Eder hori” es un trabajo basado en esta historia, pero añadiendo otras, como la de otro chaval de Las Vegas, cuyo caso conocimos a través de su madre. Es una historia muy bonita con la que hemos podido unir Bilbao con Las Vegas a través del autismo.
¿Habría sido posible llevar a cabo este proyecto si no tuvierais esa experiencia en Apnabi?
Habría sido muy complicado. Yo ahora he visto el punto de vista de la madre, pero también tengo el punto de vista externo como profesional durante más de 20 años que trata otros casos porque, al final, el caso de Ugaitz, dentro de los chavales que tienen autismo, es un caso leve. A la hora de abordar el tema, no he intentado ser negativo, por eso se cuenta la realidad, pero intentado enviar un mensaje esperanzador. Lo que les hace falta a estas familias es gente que crea y confíe en sus hijos porque el autismo no es más que un síndrome de falta de entendimiento y de comunicación. Nosotros no somos capaces de transmitirles, ni ellos de contarnos porque, como comprenden las cosas de una manera diferente a la nuestra, se frustran; pero, si consigues llegar a esa persona, puedes sacarlo adelante.
¿Te ha costado mucho escribir el libro?
Este libro ha pasado por tres filtros porque cualquier escritor, y más yo, que no me considero como tal, necesita que le hagan correcciones. Sí que me ha costado mucho porque nunca había escrito nada más que canciones y tampoco había leído demasiado así que, por eso, creo que tengo más mérito que la hostia (risas). Me ha costado, sobre todo, el hecho de basarme en un hecho real sin herir sensibilidades y que las personas que tienen un caso así en su casa no se sintieran engañadas ni ofendidas; porque cada persona es un mundo y la diversidad que hay entre los chavales que tienen autismo es igual que la que hay entre los que no lo tienen. Por eso, hablando de estos temas hay que mantener una coherencia y tener cuidado con lo que se pone. De hecho, a Monika le gustó mucho y me dijo “he reído, he llorado y hasta me he puesto de mala hostia con el libro”. Así que, si eso me dice la madre… objetivo cumplido.
¿Teníais una amistad previa con Monika?
Éramos conocidos, pero ahora te puedo decir que somos casi familia porque ella me ha contado toda su vida y sus problemas, y se lo agradezco muchísimo.
En el libro habéis contado con la colaboración de Toti Martínez de Lezea y con Ina del grupo The Wizards, ¿Por qué elegisteis precisamente a estas dos personas?
Primero, porque son dos personas muy diferentes. Toti tiene la experiencia de haber escrito un montón de novelas, libros con diez ediciones, que empieza a firmar disco en la azoka de Durango a las 9 de la mañana y acaba a las diez de la noche… ella puede dar ese punto de vista como escritora, mujer y veterana del mundo a su manera. Ha leído el libro y me ha dado sus conclusiones, algunas buenas y otras malas, al igual que Idoia Mielgo, que también me ha dado sus impresiones y ha hecho sus correcciones porque hay muchas cosas que, al no ser escritor, me cuestan. Y luego a Ina le conozco desde hace muchos años y escribiendo es un fiera. Primero le comenté la idea de que me pusiera el remate de la obra, e hizo un epílogo en forma de historia paralela que ha quedado espectacular y que pone el broche de oro a lo que ha sido un gran trabajo, desde el punto de vista del esfuerzo que hemos puesto todos los que hemos estado haciéndolo.
El libro viene acompañado de un disco…
Sí. Teníamos claro que íbamos a contar una historia con música. Por eso hemos acompañado el libro con 13 canciones con letras en euskera relacionadas con la historia que se cuenta en el libro que, finalmente, y a pesar de que nos habría gustado hacerlo en los dos idiomas, decidimos hacer en castellano para poder llegar a más gente… de hecho, ya hay asociaciones de diversos puntos del estado que se han interesado por este proyecto.
A la hora de llevar a cabo la parte musical del proyecto, no tuvisteis duda en hacerlo con la gente de TAOM…
Teníamos clarísimo que, tanto la grabación como los videoclips, los íbamos a hacer con ellos porque son la gente que se mete en mi coco y saben perfectamente lo que quiero, casi sin contárselo. Podemos tener desavenencias en ciertas cosas, pero sé que el resultado siempre va a ser el esperado y, de hecho, ha salido tal y como yo lo tenía en mi cabeza… e incluso mejor. Sí que es cierto que en el grupo somos cinco y cada uno tiene sus ideas, pero he de decir que todo ha ido de puta madre y no ha habido ninguna tensión y que en unos 20 ensayos hemos hecho el disco porque todos hemos hecho un trabajo brutal. En ese sentido, también ha sido importante que hemos dado unos cuantos conciertos antes de entrar a grabar, lo que nos ha servido para llevar los temas al estudio más preparados y para saber qué es lo que puedes y lo que no puedes hacer. La idea inicial era hacer una especie de ópera rock… o una metal ópera en este caso; no sé si lo hemos conseguido, podíamos haber hecho algo más grandioso, pero se habría perdido un poco la perspectiva de lo que queremos que sea el grupo que, al final, somos cinco amigos que queremos tocar por ahí.
¿Cuándo se va a presentar “Laino Eder hori”?
Sale el 30 de noviembre, y ese día haremos la presentación; después, la primera semana de Diciembre se venderá en la azoka de Durango y luego en los puntos habituales, aparte de poder conseguirlo por Internet y en los conciertos que demos. La verdad es que tenemos muchísimas ganas de que salga y poner cara a esto, porque alma ya tiene.
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