Este mes de diciembre el Ayuntamiento inaugurará el ascensor que conectará las calles Cocherito de Bilbao e Iturriaga a través de la calle Marqués de Laurencín. La obra, que ha durado algo más de un año, ha suscitado las quejas y dudas de los vecinos de la zona que hemos querido trasladar Asier Abaunza, Concejal de Obras, Servicios, Rehabilitación Urbana y Espacio Público.
¿En qué consiste la obra realizada para instalar el ascensor de la calle Marqués de Laurencín?
Es una inversión potente para resolver un desnivel que, para mucha gente, resultaba francamente complicado en un punto con mucho tránsito porque ahí tenemos justo debajo el polideportivo y el centro municipal de distrito y ese es el eje de conexión más utilizado. Desde ese punto de vista, creemos que los elementos mecánicos que se han instalado y que se inauguran a mediados del mes de diciembre van a resolver ese problema de accesibilidad entre el centro del barrio y los equipamientos públicos que tenemos.
Una de las quejas de la gente es que las cabinas pueden quedarse pequeñas, ¿qué capacidad tienen los habitáculos de los ascensores?
Creo que son cabinas suficientemente amplias ya que tienen capacidad para 20 personas, las de mayor tamaño que estamos instalando; desde ese punto de vista creo que se responde a la demanda y, sinceramente, pienso que sería muy difícil, desde el punto de vista físico, tener algo con una capacidad mayor ya que casi estaríamos hablando de un funicular.
¿No habría sido más útil instalar una rampa mecánica para dar un servicio más ágil y evitar colas y esperas más largas?
El tema de la rampa mecánica viene de atrás y ya lo hemos hablado con los colectivos de personas con discapacidad física en varias ocasiones. Lo que nos trasladan estos colectivos es que las rampas no resuelven los problemas de accesibilidad para todas las personas, porque una rampa está bien para una silla de niños o incluso para una silla de ruedas, pero hay gente que se mueve apoyada en bastón o muletas y esas rampas, sobre todo en el arranque y en la llegada, les generan inseguridad, porque pueden provocar caídas. Además, las rampas, cuando llueve, pueden resbalar y, frente a eso, la cabina nos garantiza un modo seguro de desplazarse para cualquier persona con problemas de movilidad. Con el ascensor resolvemos mejor la accesibilidad universal para el conjunto de usuarios potenciales que tenemos en el entorno. Así que, en todos aquellos tramos en que es posible resolverlo con ascensor, lo hacemos así, y rampas y escaleras lo instalamos sólo en los casos en que no cabe el ascensor.
También se quejan los vecinos de los cortes de tráfico y cambios de dirección, ¿qué puedes decirles a estos vecinos?
Las cuestiones que tienen que ver con la reordenación del tráfico y el estacionamiento son una constante en cualquier intervención que hagamos en la ciudad y que suponga ganar espacio para el peatón, que es lo que se hace con la instalación de estos elementos. Al principio siempre cuesta adaptarse a todos los cambios de tráfico, pero la experiencia de trabajos similares que hemos llevado a cabo en otros barrios, nos demuestran que, tras un periodo de adaptación, no hay mayores conflictos y, desde este punto de vista, también creemos que no va a haber mucho problema porque, a pesar de ser una entrada al barrio, no es una zona con mucha intensidad de tráfico.
Para llevar a cabo esta obra también se han eliminado plazas de aparcamiento en una zona bastante problemática en este aspecto, ¿cómo se podrá solucionar este problema?
Sí es cierto que se pierden unas pocas plazas de aparcamiento y sabemos que no sobran plazas porque en esa zona hay muchas viviendas y, además, está en el entorno del polideportivo que tiene una alta demanda de plazas de estacionamiento. Aquí sí plantearía una cuestión que yo mismo llevé al Consejo de distrito cuando estaba en el área de circulación y transporte que es el tema de la ordenación vía OTA de esa zona baja de Santutxu. En su día pusimos sobre la mesa esa opción y fueron los propios vecinos los que no quisieron que se pusiera OTA. En nuestra opinión, sería una herramienta que podría solucionar parte de los problemas de estacionamiento ya que, precisamente por no estar regulado, hay muchos más vehículos de gente que no son vecinos del barrio y que acuden al polideportivo o a los comercios cercanos. Por lo tanto, sí que es cierto que se han perdido ciertas plazas de aparcamiento, pero creo que podría resolverse fácilmente si se extendiera la regulación de la OTA.
Por último, hay un paso entre las dos cabinas que hay que realizarlo a través de un paso de cebra. ¿No se podría haber evitado ese “transbordo” de alguna manera?
Al final, no deja de ser un paso de peatones en una intersección con bajo tráfico en el que habrá un paso de cebra igual que el que había antes, porque debemos seguir permitiendo el paso transversal a la calle Pintor Guinea, y no hay otra alternativa porque no nos planteamos la posibilidad de peatonalizar esa calle.
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